Pedimos, pedimos y seguimos pidiendo. Y ellos, no se dan ni cuenta. O tal vez sí, pero seguramente tarde y mal, o quizás bien -incluso mejor de lo que hubiésemos esperado-, pero nunca nos es suficiente. ¿Será siempre así? Nos preguntamos… Seguramente, nos autorespondemos. Somos distintos, lo sabemos. Tendremos que aceptarlo. Aprender a vivir con ello. A que no nos afecte tanto. Pero nunca conformarnos. Por pedir que no quede. Y, por soñar, menos todavía. Y si algún día osamos a rendirnos, llegan los de Movistar y nos ayudan a seguir soñando.
Hagamos un trato: Yo te llevo el desayuno a la cama, no digo una vez ¿eh? digo todos los días de mi vida. ¿Fútbol? Lo justo. Algún partidillo, poco más. Y te prometo que jamás tendré tripa. A cambio de eso, no te pido nada, simplemente, que estés conmigo. ¡Ese es el trato!
PD. Sí, me han vuelto a xurrimangar el móvil. Sí, quiero uno nuevo. No, Vodafone no me deja cambiarme aún de compañía sin multarme y paso de darles ni un euro más. Sí, aprenderé sobrevivir con mi rojito sin funciones. Movistar, por haceros publicidad… ¿me regaláis un Iphone?
Me encanta ese anuncio! Que bonito!!
Tots demanem ada i hi ha que saber encontrar, a pesar d’eixes xicotetes diferencies, les coses realment importants. Evidentment que es pot millorar, es mes, es deu fer.