Indignada. Decepcionada. Triste. Así me siento hoy. Una no pasa sueño para alfombras rojas tan deprimentes como la de los Oscars 2016. Os juro que casi lloro cuando vi aparecer a Alicia Vikander con su Louis Vuitton amarillo, ya que yo tenía depositada mi poca fe en ella tras sus últimas apariciones estelares. Pero no. Tampoco…