Sorry. Pero no he tenido tiempo a actualizar desde la gala. El lunes me levanté pronto para ver todos los vestidos y forjarme una idea general, pero como el martes me venía hacia UK por un mes, ese día lo tuve demasiado ajetreado con los preparativos, y desde que he llegado no he parado (esto es genial, las escuelas son alucinantes… ¡pero ya os contaré!). De la gala decir que fue bastante decepcionante en general, tanto por los premios (¿podrían haber sido más previsibles? lo dudo) como por la alfombra roja. ¿Dónde han quedado los grandes vestidos de fiesta? ¿Dónde estaban las grandes actrices de siempre? ¿Por qué fue tan poca gente interesante? Yo no sé que pensáis vosotros, pero para mí estos Oscars han sido verdaderamente POBRES (aunque, claro está, siemrpe hay alguna que se salva). Esta vez, vamos por orden alfabético (por cambiar un poco, vamos).

El vestido azul de Amy Adams no fue santo de mi devoción, aunque ranto la forma como el tejido parece que están muy de moda (yo nunca le pondría una gargantilla así a ese vestido).  El de Anette Benning me parece elegante la forma, pero no me gusta con esos brillos y líneas extrañas en el cuerpo. Y luego vamos con Anne Hathaway, quien como presentadora lució 7 modelitos diferentes, cada uno de un diseñador.  El primero que pongo es un diseño de Armani casi en el mismo azul que el de Amy Adams. Aunque no me apasiona, el cuello me gusta mucho y le sentaba muy bien, la verdad, con ese pelo largo, sedoso y ondulado.

El segundo que os pongo es un diseño plisado de Gyvenchy que a mí me entusiasma. Me parece un auténtico Gyvenchy que mi querida Audrey habría podido lucir sin problemas. ¿Alguna pega? Demasiado claro para la piel de Anne. Luego, el Oscar de la Renta dorado con flecos dio mucho juego en la gala, como podéis ver en la imagen, pero no es, para nada, un vestido que me guste. En cambio, sí que me pondría el rojo Valentino de 2002 (¡y ya lo consideran Vintage!) que lució en su entrada por la alfombra roja del teatro Kodak. Sin embargo, he de reconocer que hay vestidos rojos de Valentino mucho más bonitos que éste modelo en concreto.

Después tenemos el ajustadísimo Tom Ford de manga larga y hasta los pies. La tela me gusta pero el diseño me parece como un típico de disfraz de serpiente demasiado pegado al cuerpo. Sí que me gustó y mucho el escotado Versace en color vino que lució con los labios a juego y con un favorecedor peinado. Y, por último, el Vivienne Westwood también me parece bastante bonita, y la gargantilla que lo acompañaba era espectacular (no tanto el moño que lució en esos momentos).

En cuanto al Givenchy de Cate Blanchett, ha ahbido opiniones de todo tipo (desde las que se enamoraron a las que lo odiaron). A mi me gusta mucho la parte trasera pero la delantera no me convence y, además, he de decir que es un vestido que las fashionistas teníamos muy visto antes de la alfombra porque había aparecido como imagen de la campaña de Givenchy en múltiples blogs. En cuanto al rojo de Sandra Bullock, típico pero bonito: le sentaba bien.

Pasamos ahora a la letra C y empezamos por la especracular Camilla Alves, guapísima con un vestido negro que le sentaba como un guante y acompañada por un Mateo que quitaba el aliento. No puedo decir lo mismo de Celine Dion, quien eligió -como siempre- un traje demasiado ajustado para su edad (aunque tiene tipazo, la verdad). Y luego señalar a la preciosa acompañante del oscarizado Christian Bale, ya que iba muy muy mona.

Florence Welch lució un extraño vestido romántico que a mí no me gustó nada. Tampoco lo hizo el Calvin Klein de Gwyneth Paltrow (muy sencillo, en un color poco favorecedor y, cómo no, brilloso). Hailee Steinfield, en cambio, iba muy acertada para su edad (14 añitos) con un bonito Marchesa de princesita bonita (para mí, le sobra la diadema del peinado).

Halle Berry estaba espectacular (a ella sí que le sienta bien el nude, no como a mí) con un vestido con cola incluida. Hillary Swank iba bastante guapa para la media de la gala, con un vestido con plumas en gris perla. No puedo decir lo mismo de Jennifer Hudson, quien lució -demasiado- escote en un vestido naranja con una forma bonita pero que parecía hecho de tela de disfraz.

Jennifer Lawrence iba demasiado sencilla para mi gusto para la gala. Mandy Moore iba bastante guapa mezclando el nude con el gris perla y los brillos con los tejidos vaporosos de forma acertada, y Marisa Tomei lució curvas en un vestido que a mí no me termina de gustar porque la asimetría de la falda se me hace extraña.

Melissa Leo escogió el encaje como tendencia y acertó de pleno. Michelle Williams también optó por la elegante sencillez y por el color claro a conjunto con su pelo rubio. Y Mila Kunis, compañera de reparto de Natalie Portman en Black Swan, deslumbró con un fantástico Elie Saab que, aunque no llega a ser el de Elena Anaya, se convirtió en mi favorito de la gala en el momento en que lo vi.

Ya sabéis que Nicole Kidman cada vez me gusta menos, y sus recientes estilismos no ayudan a cambiar la orientación de mis opiniones. Y, por fin, llegamos a la aparición estelar de los recién estrenados papás de un niño sin nombre, Pe y Bardem, y lloramos conjuntamente por lo que ha decaído nuestra Pe. El embarazo debe haberle trastornado la hormona del gusto, o tal vez sea su énfasis por mostrarnos su pronta recuperación tras el parto. El caso es que se enfundó un ajustadísimo traje brilloso que sólo permitía fijarnos en sus enormes pechos que, como bien comentó mi amiga María, era digno del armario de Anne Igartiburu. Natalie Portman, en cambió no nos defraudó y lució un avanzado embarazo de forma elegantísima para recibir su muy merecido Oscar. Iba guapísima.

Reese Witherspoon eligió el blanco y negro y, aunque no iba del todo mal, no me gustó su pelo y su vestido recordaba demasiado al de Julia Roberts cuando recogió su Oscar. Rhea Durham era desconocida para mí hasta que busqué su nombre cuando me paré a mirar su precioso y contrastado vestido. En estos Oscars, parece que las acompañantes triunfaron más que las estrellas conocidas. De hecho, también gustó y mucho la desconocida madre de Russel Brand, de sobrio encaje negro.

Para el final nos quedan dos: Scarlett Johanson y Susan Downey. Susan iba sobria pero elegante, de riguroso negro. Y Scarlett… Scarlett llevaba un preciosisisisisismo Dolce & Gabbanna hecho para ella, también de encaje, en color vino y con espalda al descubierto. ¿Problema? El pelo que parecía recién salido de la ducha fue muy criticado, aunque a mí me parece que le daba cierto encanto al look.

¿Qué opináis vosotr@s? ¿Cúal fue vuestro favorito?