Pero esta vez no va de street style, ni siquiera de moda (aunque he de reconocer que sucumbí cual posesa a las rebajas de GAP y que me he enamorado de varias tendencias primaverales). Va de felicidad. De que haga sol y temperaturas agradables en Inglaterra. De que los buenos momentos tapen y hagan olvidar, de una maldita vez, los malos. De echar de menos y echar de más. Y de echar muchas fotos, muchísimas. Y de querer más cámaras, muchas más. De volver a imaginarme, por enésima vez, protagonizando Notting Hill. O de volver a pasar por delante de la estatua de Peter Pan y teletrasportarme a Nunca Jamás pasando previamente, cómo no, por las agujas del Big Ben. De cantar la canción Portobello Road de la Bruja Novata como si el mundo se acabara cada vez que leo el nombre de esa maravillosa calle. De sonreir. De abrazar. De disfrutar. Y hasta de llorar por malditas palomas asesinas, si hace falta. Smile, que dirían por aquí : )
Pues que sapigues que encara que no t’ho cregues, ja havia llegit la entrada quan m’ho has dit… i que encara que jo no se escriure tan be com tu, testime i et trobe a faltar i el viatge a londres ha sigut genial!
que bonic…jejeje…
la foto de carlos… m’encanta!!!!