Igual que os conté en fotos lo que hicimos el día que visitamos Segovia, hoy os cuento que al día siguiente vimos Toledo: con sus cuestecitas, sus callejuelas, sus mil y un monumentos y su frío de mil demonios. Pero nos abrigamos mucho y valió la pena. Mi madre siempre cuenta que cuando fui por primera vez era muy pequeña -de hecho, yo no me acordaba de casi nada- y me quedé embobada mirando las vidrieras de la catedral y, como aún no pronunciaba bien la r, decía «vidgiegas». Además, tenía la costumbre de pegarme a los guías y aprenderme lo que decían de pe a pa (y lo sigo haciendo). Cosas de niña repelente, supongo. La cuestión es que volví a vivir ese encandilamiento… a ver si las fotos os lo transmiten ;).
¿Os ha gustado el paseo virtual?
PD: Feliz cumpleaños desde aquí también a mi amiga Eva, que sé que me lee siempre que puede ;)
PD2: No es por fastidiar, pero hoy cojo vacaciones hasta el día 9 de enero. ¡Yuju!
Próxima escapada TOLEDO .
Un beso .
http://www.escuestiondestilo.blogspot.com
A mi m’encanta… i segur que promptet anem cap alli!!!
Mua
Que bonita es mi ciudad por dios ¡¡ me alegro muchisimo que te haya gustado¡¡ ;D
Gracies bonicaaaaaa!!!! Et seguisc sempre encara que no et deixe cap comentari.
Un besot!