Quiero volver a esquiar. Y este finde habría sido perfecto para ello. Pero, qué vamos a hacer, nos conformamos con recordar momentazos de los primeros días del año como cuando el señorito se estampó contra el montón de nieve de la salida de un arrastre por no ir mirando hacia delante o cuando, tras bajarnos una roja «solo expertos», se me cruzaron los esquís en una verde y un hombre vino a ayudarme a hacer la cuña. Porque hay que reirse de uno mismo. Sonreid, que es domingo.

¿Os gusta la nieve?