Ya sé que el Día de la Madre es el domingo. Pero como he cogido la sana costumbre de no actualizar los fines de semana ni los festivos ni nada parecido (porque esto no es una obligación y, si lo fuera, también querría descansar) pues lo adelantamos a hoy y de paso se lo recordamos a los más despistadillos.
Pues eso, que aunque no seáis muy fans de los «días de…» y que siempre se diga que tendrían que celebrarse los 365 días (366 en este caso) del año y blablabla… que no viene mal acordarse de las mamis, mamitas, mamuchis, mamás, y demás apelativos cursis que les decimos de vez en cuando (en mi caso, cuando me hace alguna de mis comidas favoritas la inflo a besos y le suelto del tirón la retahíla de adjetivos positivos: guapa, agradable, simpática, comprensiva…). Ya es tradición.
Porque madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle. Porque le tenéis que agradecer (o reprochar) a la mía que a mí me vaya tanto esto de la moda. También la literatura, y el cine, y lo de ser maestra también… y casi todo. Pero hoy venía a contaros cómo con tan solo un añito yo tenía toda una colección de lazos para que combinaran perfectamente con mi ropa. O cómo con tres añitos me dejaba olvidar en el armario los vestidos horrorosos de los noventa que me regalaban y me compraba las mallas de flores de colores chillones que me encantaban. Ella me enseñó a elegir y preparar mi ropa y complementos la noche anterior para no perder el tiempo por la mañana y tenerlo bien claro desde que empecé el colegio (nunca he llevado uniforme). Ella es la que me dice: «ya tienes suficientes abrigos» para luego decirme «pero es que ASÍ no lo tienes y es una buena oferta» aunque en este momento esté muy preocupada porque pronto vuelvo a casa y no hay espacio para meterlos todos. Nunca tendremos suficientes bolsos. Y aunque desgraciadamente no usemos la misma talla, yo he logrado achicar mis pies muchas veces para conseguir meterme algunos de sus zapatos (y ya de paso prestárselos y conseguir que me los de de forma definitiva por no podérselos poner más) y adaptar varias de sus prendas a mi armario (¡que viva la tendencia oversize!). Podría seguir, pero creo que con esto ya os hacéis una ligera idea… así que simplemente GRACIAS por todo eso, y por todo lo demás.
Por cierto, soy muy fan de los minivídeos de la campaña de Adolfo Domínguez para este día y de la campaña #GRACIASMAMA en general:
¡Felicidades mamá!
Aiiiiiii la mama!!!!!!! que nomes en tenim una Adeta!!!