¿Por qué? Eh, ¿Por qué? BASTA YA de animal print. Lo siento pero no puedo MÁS. No me gusta y nunca me gustará. Y llevo nosécuántos Vogue Colecciones seguidos viendo los malditos estampados de leopardo como tendencia imprescindible. Imprescindible para ser choni, cani o como queráis llamarlo. Igual me estoy ganando enemigos y a todos os encanta (a algunos os tiene que gustar, sino no entiendo este boom que me parece eterno) pero, ¿no se supone que la moda va y viene? Entonces, ¿leopardito, por qué no te vas de una vez?
He de reconocer que, como buena fashionista, más de una vez he sentido la tentación de comprarme alguna cosita con este estampado… Hay algunas bailarinas que hasta pueden llegar a parecerme monas y ponibles, o algún complemento -siempre y cuando el resto del look sea en LISO- que me ha susurrado al oído: «venga, cómprame, sabes que no soy tan feo como piensas y estoy de moda». También he visto alguna blogger que sí sabe lucirlo y de forma considerablemente discreta y he sentido el ímpetu de imitarla, pero en seguida veía a cualquier choni vestida cual morcilla enleopardada y se me quitaban las ganas.
¡Si es que incluso mi querida Oli (Olivia Palermo) me parece -un pelín- más chunga cuando se viste con el maldito estampado!
O Rachel Bilson… que es capaz de pasar de DIVAZA de la moda a ser prácticamente equiparable a Jennifer López sólo por usar el dichoso animal print.
Y no os digo ya si lo juntamos con brillos y con pendientes de aro a lo anuncio de Blumarine en el que Cara Delevigne parece una barriobajera lista para triunfar en una discoteca de Benidorm.
Pero el colmo me ha llegado con la expansión de los estampados floreados (normalmente con lirios blancos y rojos de abundantes hojas verdes) sobre el estampado de leopardo. La primera vez que lo vi pensaba que era una típica broma de Punt Roma orientada a atraer a las abuelas de mi pueblo. Pero resulta que no, eso ya era una copia de algún maldito diseñador como Roberto Cavalli, de esos que no aburren el animal print ni aun poniéndolo hasta en las pobres botellas de CocaCola Light.
Y tras todo esto, llega el fin: un rincón enorme de Zara lleno de prendas leopardizadas. Vale que llevamos varias temporadas viendo algunas prendas pero yo pensaba que tal cantidad amontonada era algo casi exclusivo del Bershka en el mundo Inditex. El animal print está invadiendo el planeta hasta el nivel de que no me extrañaría nada encontrar varias cosas en Massimo Dutti. ¡Y hasta aquí podíamos llegar! Desde aquí un llamamiento para que eso no suceda.
PD: Si tras todo esto me véis vistiendo alguna prenda de leopardo, no vengáis a buscar este post, porque habrá desaparecido de la faz cibernética ;).
Totalment d’acord. I si damunt has d’anar a parar a les talles grans i típiques botigues on van «las abuelas de tu pueblo» ja es per a caure de cul. Jo també tinc ganes que passe açò ja d’una. H&M també va ple «y ya no puedo más, ya no puedo más…»
Ada, ¡acabo de ver que has vuelto! :))) Seguiré por aquí leyendo como hasta ahora…¡qué ganas!
Del post de hoy….yo tengo q reconocer q algo he «picado» con print de leopardo, pero ahora estoy bastante hasta el gorro de este estampado…
Besos.
Patri
Ada, vente para Madrid, que aquí lo que nos inunda es camuflaje en todas sus versiones. Que bien que hayas vuelto, veras que alegria mi madre que lleva aburridita este verano, jajajaja. Muchos besotes.
P.D. yo tengo unos botines moniiiiiiisimos de leopardesa, jejeje.
Lo siento…pero a mi me gusta!!! En su justa medida, sí…pero me gusta. Incluco me he chonizado un poco este verano con bikini de leopardo total!!! Jajajajajaja