Desde que me fui a Roma el pasado mayo (como os conté aquí) quise ver esta película aunque no había ni salido. Siento verdadera debilidad por Woody Allen (como todos, por alguna película más que por otra y, de momento, ninguna ha superado a Match Point, pero la cuestión es que me encanta) y me encantan sus homenajes a ciudades a través de sus films (de hecho, quiero volver a ver Midnight in Paris).

La cuestión es que el domingo fui a ver A Roma con Amor y salí feliz. No es que sea un peliculón, ni siquiera sería capaz de calificarla como una gran película. Pero es divertida y me hizo sonreir mucho y durante mucho rato seguido, cosa que agradezco cada vez más cuando voy al cine. Me encantaron los sinsentidos con más sentido del que parecen. Me encantó Alec Baldwin. E incluso me encantaron Roberto Benigni y el propio Woody, aunque pensaba que juntos serían capaces de ponerme demasiado nerviosa hasta el punto de intentar pedirle a Sigmund Freud que me devolviera el dinero ;).

En fin, que os la recomiendo fervientemente. Y sí, todos cantamos infinitamente mejor en la ducha.