Aunque yo lo hice el sábado pasado (que pagaban los papis y había menos gente), la verdad es que es un plan muy recurrente para cualquier típico domingo valenciano, cuando no es verano casi que mejor porque no es tan agobiante. Y mola un montón. A pesar de que haya tantos mosquitos que seguro que te comes alguno (menos mal que no pican). Os dejo con unas cuantas fotos de nuestro paseo en barca y de nuestra comida en el restaurante El Rek (menudo allipebre con patatas más rico, rico).