Aunque yo no tenga que volver hasta el día 9 de enero, la verdad es que la capital se pone especialmente bonita cuando llegan estas fechas y la semana pasada aún me acerqué al centro para vivir el ambiente, con las luces, los árboles, los villancicos por doquier, las pistas de hielo y los puestecillos de la Plaza Mayor. Simplemente impresionante.

¿Os gusta o creéis que la decoración es excesiva?