Si hace tiempo que me leéis o seguís mi instagram ya sabréis que soy una feminista declarada. De esas que, como Barbijaputa, se indignó al ver a Cristina Pedroche semidesnuda cual objeto de exposición para ganar audiencia en Nochevieja (por mucho que ella dijera que eso no era machista sino libertario, yo ya di mi opinión sobre los vestidos transparentes en este post). Yo que, como os conté aquí, empiezo a creer que las cosas están cambiando en este mundo patriarcal, aún me tropiezo cada día con varios micromachismos y macromachismos que me indignan y hacen que ponga el grito en el cielo.
Sólo hace falta leer que han sido 55 las mujeres asesinadas en 2015 por violencia machista. Que las mujeres seguimos cobrando un 24% menos de media que los hombres en España por el mismo puesto de trabajo. O que las mujeres no suponemos aún ni un 5% en altos cargos o puestos directivos en empresas. Qué triste.
Pero el cambio está ahí. Va poco a poco y hay que seguir moviéndolo. Pero está ahí. Así que este año me he propuesto intentar centrarme en lo positivo, en esos cambios que se van viendo en la sociedad y que hay que alabar y reforzar. Este 2015 me emocioné al ver la primera escuadra femenina en las fiestas de Alcoi (dominadas desde siempre por el machismo más rancio), aplaudí a actrices como Emma Watson, Meryl Streep o Jennifer Lawrence por luchar por la igualdad en público, vi como Amal Clooney demostraba que ser «mujer de» ha pasado de moda, viví el #7N aunque fuese desde la distancia, hasta vi una peli de Star Wars con una heroína femenina y aluciné al ver que Pirelli, marca conocida por sus calendarios con tías buenas desnudas, había hecho un calendario para 2016 en el que destacaba a mujeres que merecen ser admiradas por su trabajo y no por su cuerpo, fotografiadas por la gran Annie Leibovitz.



Me quedo con ese calendario y su mensaje y os deseo a todos que este año luchéis por lo que creáis desde un punto de vista más positivo. Porque el optimismo hace la fuerza.